miércoles, 1 de marzo de 2017

HUASTECA POTOSINA

La Huasteca Potosina
 
 
es un sitio esplendoroso por sus paisajes y exuberante vegetación, por sus ríos y espectaculares cascadas, por sus cuevas y profundos abismos, por supuesto por la magia de sus sitios arqueológicos y por la grandeza de sus etnias que al vivir sus costumbres y tradiciones prehispánicas nos remontan a un pasado que sigue presente en cada rincón de esta fascinante región de México.



 
 
 
 
 
 
 
Con los afluentes gastronómicos del Camino Real de Tierra Adentro y la Huasteca, San Luis Potosí tiene una de las cocinas más deliciosas y variadas de México. Resultado de la cocina indígena local y recetas españolas, está delicadamente sazonada e incluye una gran cantidad de vegetales, maíz y carne. 
 
 
 A la hora de la comida, prueba los siguientes platillos: cabuches, un aperitivo hecho de flores de cactos; asado de boda, carne de cerdo sazonada con chile ancho; zacahuil, un gran tamal relleno con carne de cerdo; tacos potosinos, hechos con queso o pollo y servidos con zanahorias, ejotes, papas espolvoreados con queso; fiambre potosino, carne y vegetales cocinados en una salsa regional; gorditas de revoltijo, maíz relleno y frito; y migadas, lo mismo que las gorditas, pero más grandes.
 
 
Saborea también las enchiladas potosinas, una especie de empanadas rellenas con queso; las enchiladas rioverdenses, rellenas con papas, sazonadas con salsa y acompañadas con patitas de cerdo en vinagre, o las enchiladas huastecas, tortillas empapadas

HUASTECA VERACRUZANA

Huasteca Veracruzana

 De todas las riquezas naturales, culturales e históricas que nos ofrece el Estado de Veracruz, podemos encontrar en la región de la Huasteca espléndidos paisajes conformados por sabanas, lagunas, esteros, así como ríos navegables que permiten practicar algunos deportes acuáticos o simplemente asolearse en sus playas tranquilas de cristalino mar.
   Su gastronomía criolla nos invita a degustar manjares que los lugareños preparan con su principal riqueza culinaria: los mariscos, agregando condimentos que los conquistadores les heredaron hace miles de años, creando así platillos con sabores y formas de su cultura Huasteca meridional, cultura que también se refleja en sus enigmáticos centros ceremoniales y arqueológicos.
   La música que da la bienvenida al visitante, con violín, tambora, guitarra y arpa, tiene gran significado para los pobladores del lugar, dado que ellos mismos fabrican sus instrumentos.
 
 
 

 



 
Del nombre

De acuerdo con Brinton, náhuatl significa "el que habla con autoridad o conocimiento", que es superior, competente, astuto. El sentido real del término nahuatlaca (náhuatl y tlácatl) es "la gente superior, la gente que manda".
Los actuales nahuas se llaman a sí mismos macehuale y traducen este término como campesino, que podría provenir de la antigua división clasista de la sociedad nahua entre pillis (la élite) y macehuales (el pueblo, los campesinos), pues se supone que la mayoría pertenece a la clase campesina.
La palabra náhuatl puede derivarse de la tradición tolteca y referirse a una nación dominante, organizada en cuatro grandes regiones geopolíticas. Los toltecas hablaban lengua náhuatl, la cual fue adoptada posteriormente por otros grupos. Durante la hegemonía mexica, el náhuatl fue la lengua oficial en Mesoamérica, por cuanto la aplicación a los aztecas del término nahuatlaca significaba la gente que manda. Actualmente no existen los nahuas, en tanto nación que manda, sino macehualmej: los campesinos.

Localización

 
La Huasteca veracruzana, el territorio delimitado al este por el golfo de México, al sur por la región totonaca, al  norte por el estado de Tamaulipas y al oeste por la Sierra Madre Oriental, es una región de notable desarrollo económico basado en el petróleo, la pesca, la agricultura y la ganadería, favorecidas estas dos últimas por el clima tropical que la caracteriza.
            Integrada por diferentes grupos étnicos (nahuas, totonacas, huastecos, otomíes y tepehuas) que a lo largo de la historia se mezclaron con los españoles, la sociedad huasteca goza de una identidad cultural emergente en su música, comida y su vida cotidiana, rica en colorido y tan ligera como el  “son huasteco”  la música popular de la región.
            El territorio huasteco exhibe una notable diversidad de paisajes y contrastes, entre tierras bajas  y cenagosas del litoral y las alturas de las sierras que alcanzan los 2,200 metros de altura, lo que hace un sitio en donde todas las preferencias turísticas encuentran satisfacción.
 
El estado de Veracruz se localiza al oeste y sureste de la República Mexicana, entre los paralelos 17°7’ y 22°28’ de latitud norte y entre los meridianos 0°29’ y 5°32' de longitud oeste, en la denominada zona intertropical.
Los nahuas de Veracruz se localizan en 14 municipios de la región norte Huasteca; 20 de la región centro Orizaba-Córdoba y en cinco municipios de la región sur Istmo-Coatzacoalcos. Los municipios con mayor número de hablantes de náhuatl son: Chicontepec, Ixhuatlán de Madero, y Benito Juárez en la región huasteca, además de Tehuipango, Soledad Atzompa, Zongolica y Mecayapan.
 

   La Huasteca, una de las 7 regiones naturales de Veracruz, está dividida políticamente por 34 municipios y colinda con los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo y Puebla. Sus principales actividades están basadas en la pesca, la ganadería y las industrias derivadas del campo, producción de petróleo, gas natural y energía eléctrica.
   Por tierra, por mar o por aire podemos arribar a esta región y disfrutar de sus principales ciudades como Tuxpan, Pánuco, Tamiahua, Teayo, Temapache, Chicontepec, Temporal, Tantoyuca o Cerro Azul.
   Cuando se llega a Tuxpan, que está ubicada a 306 kilómetros del puerto de Veracruz, se puede elegir primero conocer un poco de su historia. En el centro de la ciudad está el Museo Arqueológico, el cual cuenta con más de 250 piezas prehispánicas. Otro de sus episodios importantes lo encontramos en el museo de la amistad México-Cuba, ubicado en Santiago de la Peña, ya que en este puerto de Tuxpan fue de donde partió la histórica expedición de cubanos dirigida por Fidel Castro a bordo del Granma, para iniciar la Revolución Cubana.

Principales Ciudades.

 
 
 
TUXPAN
      A 335 kilómetros de Xalapa y 306 del Puerto de Veracruz , la ciudad portuaria de Tuxpan es un sitio inolvidable por su belleza natural y su vida apacible .Ubicada sobre la margen izquierda del rió Tuxpan, a 11  kilómetros de su desembocadura en el Golfo de México, la ciudad se caracteriza por sus playas de arena fina, bañadas por el suave oleaje del río, en donde la tranquilidad del ambiente invita al descanso frente a un paisaje bucólico.
            La ciudad de donde partió la histórica expedición de cubanos dirigida por Fidel Castro a bordo del Granma, que concluyo en la Revolución Cubana, recuerda el evento histórico en el Museo Histórico de la amistad México-Cuba, ubicado en Santiago de la Peña. También puede visitarse el Museo Arqueológico en el centro de la ciudad, el cual cuenta con más de 205 piezas arqueológicas, testimonios de la antigua cultura huasteca.
 
           
 
Varias festividades como el carnaval de la Primavera, la Fiesta del Niño Perdido o la Regata del Tajín, en el verano ilustran el espíritu de la ciudad y son una buena oportunidad para tomar contacto con la comida local, huatapes y enchipotlados, así como el tradicional zacahuil, tamal cocinado al barro con diferentes tipos de carne.
 
 
 
TAMIAHUA
     
El municipio de Tamiahua, a 41 kilómetros de Tuxpan, esta ubicado frente a la laguna del mismo nombre, el sitio ideal para  el descanso y la pesca a la vista de un paisaje que invita al descanso. Las técnicas de pesca empleando “estacadas”  o “charangas” reflejan los conocimientos heredados secularmente por los pobladores. La pesca del camarón y la cría de ostiones son actividades favorecidas por la particular condición ecológica de la laguna: aguas de poca profundidad y pantanosas.
           
 El sitio ofrece una excelente gastronomía basada en los productos de la pesca de la zona, preparados en platillos a la manera local. Los paseos en bote o lancha por la laguna y las excursiones marinas, como el paseo a Barra Corazones, son las características actividades ofrecidas al visitante.
 
 
 
 
 
CHICONTEPEC
     
A 130 kilómetros de Tuxpan, ubicado en la Sierra de Huayacotla, colindante con el estado de Hidalgo, el sitio es conocido también como el “Balcón de la Huasteca”. Próximo a Postecticla, un cerro de origen basaltito de color azulado al que los indígenas confieren un valor mítico y religioso, Chicontepec posee las cualidades de un poblado dedicado a la producción de artesanías.
           
Los bordados finos, tabaco de hoja, café o carne seca por metro, son los productos típicos locales, ofrecidos en el mercado, preferentemente los domingos, cuando el pueblo se convierte en un agitado centro de intercambio comercial.
 
 
PÁNUCO
     
 A 50 kilómetros de Tampico, Tamaulipas, Panuco (de la voz náhuatl pano-co “paso del río” o puente) fue asentamiento prehispánico donde, según la leyenda, los toltecas cruzaron el río para llegar al altiplano. A orillas del río del mismo nombre, la ciudad que fuera conquistada por Hernán Cortes en 1522, fue la base del comercio de la región huasteca. Actualmente las actividades principales son la agricultura, la ganadería y la pesca.
 
 
            La Casa de la Cultura exhibe numerosas piezas arqueológicas rescatadas en la zona, que datan de miles de años de antigüedad y una colección de fotografías que ilustran el desarrollo de la ciudad a lo largo del siglo XX. Los paseos por el Malecón Agustín Lara (llamado así en honor al compositor mexicano), el son de los tríos huapangueros, la hospitalidad de los lugareños complementan el paseo por una de las ciudades más antiguas de México.
 
 
TEAYO
     
A 68 kilómetros  del puerto de  Tuxpan, Castillo de Teayo es un sitio reconocido por su importancia arqueológica. Llamado originalmente Tzapotitlán, el sitio fue abandonado durante la época de la colonia y repoblado durante el siglo XIX, en torno a la pirámide.
 
           
 Esta ubicada en la plaza del pueblo, fue un monumento de uso religioso. Empleado aparentemente por varias culturas indígenas, entre ellas las dos mexicas y huastecos, la pirámide representa un valioso monumento arqueológico  que simboliza el grado de desarrollo alcanzado por los pueblos que habitaron el lugar antes de la llegada de los españoles.
 
 

Historia

 

En la época prehispánica el territorio huasteco estaba poblado por diversos grupos: huastecos, tepehuas, otomíes y totonacos, ubicados en el sur y suroeste; mientras que en el norte y noroeste se hallaban los nahuas , entreverados con guachichiles, pames y diversos grupos chichimecas. La región era conocida con el nombre de Xiuhcoac, que significa "serpiente de turquesas".
 
Los nahuas han sido identificados con los aztecas o mexicas, que constituían la sociedad dominante en Mesoamérica a la llegada de los españoles; su lengua, reconocida como la lengua oficial en Mesoamérica, era el náhuatl. La población nahua llega en oleadas migratorias, a raíz de la caída de Tula, a poblar el norte de Veracruz y el oriente de San Luis Potosí y, posteriormente, se consolida en el centro y sur de la Huasteca, a partir de la conquista mexica en el siglo XV.
En el centro y sur de la Huasteca, grupos importantes de huastecos fueron nahuatizados por esta invasión. Desde entonces hasta la fecha, el idioma náhuatl ha sido hablado en la Huasteca prácticamente en las mismas zonas. En la parte baja del Pánuco, los nahuas emigrantes establecieron alianzas con los huastecos para defenderse de los ejércitos de los mexicas. Los nahuas aztecas invadieron el territorio de los huastecos, ocupando casi todo el sur de la región, desde Tuxpan, Temapache y Tampatel hasta Aquismón (San Luis Potosí), con el propósito de rodear al señorío independiente de Meztitlán, al que no habían podido derrotar, para someterlo al gobierno de la Triple Alianza.
 
La dominación mexica duró hasta la llegada de los conquistadores españoles en las primeras décadas del siglo XVI. El sometimiento de la Huasteca a la corona española estuvo a cargo de Hernán Cortés y de Nuño de Guzmán. Por su ubicación geográfica, como salida al mar, los grupos de la Huasteca fueron muy afectados en la primera década de la conquista. En los años posteriores a la invasión española la población sufrió un drástico descenso, debido al tráfico de indios esclavizados hacia las Antillas y el Caribe, desde 1524; y a las epidemias (1532) y rebeliones indígenas.
 
 
La administración colonial reorganizó las bases sociales prehispánicas. Para ello instrumentó un proceso de fragmentación de los pueblos, con la incorporación de nuevas instituciones, como el sistema de encomiendas y tributos; reestructuró el territorio con la creación de las congregaciones, que le permitieron reubicar a los indios en poblaciones, y la expropiación y despojo de sus tierras para la introducción de la ganadería y nuevos cultivos, como la caña de azúcar, los cítricos y el plátano, además de la agricultura tradicional de maíz, chile (ají), frijol, calabaza y algodón.
 
En relación con la religión, los cultos prehispánicos conservaron su vigencia, utilizando la gran mayoría sus nombres en náhuatl, a pesar de los procesos de evangelización emprendidos por los españoles. En los siglos XVII y XVIII se reestructuraron los cabildos indígenas, asignándoles un mayor rango de funciones y de autoridad para el gobierno interno de sus comunidades: recolección de tributos, pago a la Iglesia de las cargas impuestas, y responsabilidad de las tierras, de los bienes de las comunidades y de la representación en los pleitos agrarios. Aunque los indígenas elegían a los cabildos, la presencia de encomenderos y religiosos era constante, procurando favorecer sus intereses.
En el siglo XIX la Huasteca se caracterizó por la proliferación de las haciendas, por lo que se generalizó la ganadería y el cultivo del maíz basados en la explotación de la mano de obra indígena. Se dio también un crecimiento importante de la población, convirtiéndose los indígenas en el grupo mayoritario de la zona. La población nahua durante el período del virreinato y del siglo XIX estuvo asentada en Hauyacocotla, Huejutla, Yahualica, Tepetzintla, Chicontepec, Ixhuatlán, Ilamatlán, Chiconalmel y Platón Sánchez. En Huayacocotla, Zontecomatlán e Ixhuatlán convivían con otomíes y tepehuas; en Tancoco, con teenek.
A fines de la centuria pasada se inició la construcción de las vías del ferrocarril para comunicar a la región con el exterior, lo cual se tradujo en diversos cambios. A principios del siglo XX se inició la explotación del petróleo en México, estableciéndose la Mexican Petroleum Company en la zona de la Huasteca, por la existencia de subsuelos petrolíferos, considerándose a la Huasteca con un alto valor para las compañías petroleras extranjeras.
Los indígenas participaron en la guerra de independencia, como protesta ante los agravios y despojos de tierras por parte de los españoles. Consumada la independencia, se enfrentaron a nuevas leyes agrarias desfavorables para las comunidades y a la expedición de las leyes de desamortización de bienes corporativos. La defensa de sus tierras implicó numerosas rebeliones, generalizándose las luchas campesinas durante los últimos 20 años del siglo pasado y en la primera década del XX.
 
Durante la Revolución Mexicana, fueron principalmente los hacendados descontentos con el Porfiriato los que se confrontaron en la región, fortaleciéndose los cacicazgos. En los años veinte los campesinos se rebelaron en muchos puntos de la zona, logrando la recuperación de algunas tierras. Desde 1930 se formalizó parte del reparto agrario.
 
Entre 1970 y 1980 hubo un resurgimiento de la lucha agraria que sacudió a la Huasteca de manera especialmente virulenta, con lo que se logró que más de la mitad de las tierras fueran propiedad de los pueblos indios. De hecho, la recuperación de las tierras ha sido uno de los motores de la dinámica social y política regional en todos los períodos históricos.
 
 
 
 
 
 
En los últimos años, la Huasteca se ha singularizado por un proceso de desarrollo basado en la especialización productiva, con la ganadería de engorde de bovinos, las plantaciones tropicales de caña de azúcar y cítricos, el cultivo del cafeto y maíz, una incipiente industria de transformación y una dinámica actividad comercial.

RECETAS HIDALGUENSES

Zacahuil

Esta receta mexicana de Zacahuil de Hidalgo, México lleva los siguientes ingredientes:
 
 
  • 1 guajolote
  • 12 kilo masa seca (algo mortajada)
  • 6 kilo manteca de puerco
  • 5 kilo carne de puerco
  • 700 g chile ancho
  • 150 g chile guajillo
  • 150 g cebolla asada
  • 120 g chile pasilla
  • 50 g polvo para hornear
  • 30 g cabeza de ajo
  • 12 hojas grandes de plátano
  • 2 mecates para amarrar
  • 1 canasto de carrizo de 40 x 45 centímetros
  • pencas de maguey para el horno
  • sal


Para preparar zacahuil hay que partir el guajolote en piezas y cocerlo en cuatro litros de agua con sal. Desvenar los chiles y remojarlos en agua caliente. Asar ajo y cebolla y molerlos con los chiles; freír en manteca; añadir sal y agua. Mezclar la masa con el polvo para hornear, caldo de guajolote, manteca, sal y el agua en que se remojaron los chiles; batir hasta obtener una pasta suave; dejarla reposar durante dos horas. Forrar el canasto con hojas de plátano, lavadas y húmedas, dejándolas sobresalir para envolver el zacahuil. Forrar el fondo y los lados con una capa de masa de dos centímetros de grosor; poner encima un poco de salsa de los chiles, una capa de carne de puerco cruda con sal y así sucesivamente (la última capa debe ser de masa). Tapar con hojas de plátano. Con las hojas restantes envolver el canasto y amarrarlo bien. Cocer en horno de barbacoa; colocar pencas de maguey encima de la lumbre y, sobre éstas, el canasto; cubrirlo con más pencas. Tapar el hoyo con tierra y lumbre. Cocer durante toda la noche. La receta alcanza para 60 raciones.




 

PLATILLOS HUASTECOS

La gastronomía de la región Huasteca es aquella pieza que desarrolla la cultura de dicha región, conlleva más allá que  masa, chiles y carnes, conlleva historia cultura y tradición, de esta manera las técnicas culinarias que se utilizan para la elaboración y cocción de los platillos es hoy en día un magnífico aporte para la sociedad actual, ya que aún resguarda la esencia y sabor que la identifican como una de las gastronomías más ricas y bastas de la región, con su delicioso Zacahuil, sus Enchiladas Huastecas y su exquisito Xojol.



ZACAHUIL







ZACAHUIL







El zacahuil (zácatl, “zacate”; huílotl, “paloma, ave) tamal de gran tamaño, puede ser de un metro o más, elaborado en ocasiones especiales, como las fiestas, el carnaval o para el magnífico Xantolo, dicho platillo se elabora a base de masa seca (algo mortajada), chile ancho, chile guajillo, chile pasilla, cebolla asada, ajo, manteca, polvo para hornear y guajolote, el cual se envuelve en hojas de plátano y su cocción se lleva a cabo en un tradicional horno de piedra su sabor es excepcional y es uno de los platillos más producidos de la región, el grado de importancia se refleja en cada uno de los pobladores y es así que su detallada técnica de preparación sigue perdurando aún con el pasar de los años.

XOJOL



Significa “ojo” en tének. Platillo típico elaborado a base de masa martajada, canela, coco, piloncillo y manteca; cocido al horno y forrado en hoja de papatla que aún conserva la esencia y tradicionalidad que solo la Huasteca Hidalguense puede ofrecer. (Rivas – Paniagua et. al. 2008: p.279)




 
ENCHILADAS HUASTECAS






ENCHILADAS HUASTECAS

Las tradicionales y exquisitas “enchiladas huastecas” son una fusión de lo artesanal y el mestizaje, integradas por pequeñas tortillas de maíz bañadas con salsa verde o roja y una deliciosa carne de cecina que hace de ellas una explosión en el paladar por la mezcla típica de sabores que las integran.

 

HUASTECA HIDALGUENSE

La Huasteca, tierra perennemente verde en cerros y planicies, espacio de ambiciones y reivindicaciones, territorio de esplendorosas culturas que vienen desde la época prehispánica , otorga a sus hombres y mujeres un carácter singular y auténtico. La Huasteca Hidalguense:
Geográficamente la Huasteca comprende 7 municipios los cuales son: Atlapexco, Huautla, Huejutla, Jaltocan, San Felipe Orizatlan, Xochiatipan y Yahualica,
En la región huasteca se habla el náhuatl, sus habitantes visten todavía en las comunidades indígenas pero muy pocos ya pantalón y camisa de manta, sombrero huasteco y huaraches de garbancillo.
 
 
 
 
 
 
Son sencillos en su forma de ser, apacibles y respetuosos en la convivencia entre ellos así como con los de fuera. Se cuentan diversos mitos según cada comunidad, la más generalizada en todos los lugares es aquella en donde el conejo se metió a la luna y allí se quedo para siempre, por eso hasta el día de hoy sigue allí.
En esta región se hablaba el huasteco, sin embargo los aztecas conquistaron esta región, con ello impusieron su lengua y sus costumbres que hasta la fecha prevalece. Una de ellas ya con la mezcla de los españoles es el día de muertos o xantolo en donde se coloca en el altar de la casa un arco adornado con flor de zempoatxochitl y palmilla, frutas como limas, naranjas, plátanos, pan en forma de muñecos, un morral y pañuelo nuevos, el altar se compone de dos mesas en la primera van las imágenes religiosas y fotografías de los difuntos colocadas sobre cajas decoradas con papel picado ( papel china con cortes que forman figuras), el copalero que se encuentra humeando todo el día, en la segunda mesa diferentes platillos que en vida disfrutaba el difunto. Esto se realiza los días 30 de Octubre ( que es el día de la compostura es cuando se arma el arco), 31 de octubre ( es el día en que se espera a los angelitos), el 1º. de noviembre ( es cuando se espera a los fieles difuntos o el día de los grandes) tanto el 31 como el 1º. Se forma un camino con pétalos de flor de zempoatxochitl desde el altar hasta la calle, llevando en la mano un copalero humeando y una cera, esto para que los difuntos encuentren el camino a la que fue su casa, en estos momentos se echan cohetes, para el día 2 de noviembre al que se le llama día de la bendición toda la familia acude al cementerio para limpiar la tumba llevando diferentes alimentos como tamales, chocolate, refresco, elotes, yucas, pan, café, etc. y comen allí, entre las familias que acuden se comparte de sus alimentos.
En algunas comunidades se puede apreciar la elaboración de ollas y comales de barro, así como la cestería, en Huautla, por ejemplo en la comunidad de Huazalinguillo, en Huejutla en Oxtomal y Chililico.
En esta región la comida es inigualable, para hablar de la comida no hay como las enchiladas que se preparan en toda la región, los bocoles, empanadas hechas en el comal con lumbre a base de leña y que le dan ese sabor inolvidable.
 
 

lunes, 27 de febrero de 2017

RECETAS POTOSINAS


Al igual que en la mayoría de los estados de la República Mexicana, la influencia de la cocina española es evidente en la comida potosina, aunque regionalmente encontramos marcadas variaciones entre los platillos del Altiplano, de la Zona Media y de la Huasteca, en gran parte debido a las diferencias de clima y de vegetación.

En el Altiplano, zona fría, hay platillos tan originales como los que se hacen con cabuches, que son las flores de la biznaga; ricos quesos de varias clases tanto de leche de vaca como de cabra, y una alta producción de dulces de leche, como las maravillosas sevillanas y las glorias de las sevillanas en Matehuala, la cajeta de Venado y los famosísimos chocolates Costanzo, muy apreciados y que se venden al por mayor.

En los concurridos restaurantes de la capital, como La Virreina y La Gran Vía, encontramos el Fiambre potosino, de padre español y madre mexicana; las muy conocidas Enchiladas potosinas hechas a base de masa enchilada y rellenas de queso y salsa de tomate, y los Tacos potosinos, rellenos de queso, adornados con papas, zanahorias, lechuga y chilitos en vinagre.
Conforme bajamos hacia la Huasteca, en la Zona Media (Río Verde) vemos platillos como las Enchiladas rioverdenses, siempre servidas con una pieza de pollo de carne oscura y bañada con una sabrosa salsa de jitomate; aquí los dulces cambian y encontramos los batidos de cacahuate, que son unos piloncillitos mezclados con ajonjolí (pero si los quiere más finos, con nueces surtidas y pasitas), y las chancaquillas, tortitas hechas a base de piloncillo y calabaza de pepita tostada.

En la Huasteca, los platillos a base de pescados y mariscos son inigualables; tenemos, por ejemplo, la negrilla (un pescado de la región) cocinada de mil maneras; las acamayas, especie de langostino de agua dulce, ¿y qué decir de las regias ensaladas de palmito, que en esta región crece como plaga, y de los quesos de bola rellenos de crema? No podemos olvidar el gigantesco zacahuil, tamal que puede llegar a pesar hasta 30 kilos, al que rellenan con pollo y lomo de puerco y envuelven en hojas de papatla y de plátano, para luego hornearlo en horno de leña durante toda la noche.

Todo esto y muchas cosas más encontrarás en este lindo estado; si de verdad te gusta la buena cocina no dejes de visitarlo, te aseguramos que te llevarás una grata sorpresa.


Enchiladas potosinas

Al igual que en el resto de México, la región de San Luis Potosí posee una gastronomía en la cual el Maíz es quizás el elemento más importante debido al marcado componente indígena de sus platillos que mezclados con las influencias Españolas resultaron en una exquisita fiesta de sabores.
Muchas de las recetas de San Luis Potosí llevan el nombre de la localidad especifica de donde provienen; a continuación aprenderás como hacer enchiladas potosinas en su receta original, uno de los platos más representativos de este pintoresco estado de la Republica Mexicana.

Ingredientes:

Para el relleno:
•4 Tomates grandes y maduros
•6 Chiles serranos
•500 g de queso fresco rayado
 
Para acompañar:
• 1 Aguacate maduro
• Frijoles refritos
• 1 Cebolla
Para las tortillas la receta la puedes ver aquí, las únicas 2 diferencias serán que le añadirás chile cascabel triturado para darle color y sabor y que solo la cocinaras de un solo lado, recuerda, no la voltees, mas adelante te diré porque.

Preparación:

Paso 1: Cocina en una olla con agua los chiles y los tomates durante 20 minutos a partir del momento en el que hierva.
Paso 2: En un mortero, tritura el tomate junto con los chiles hasta que te quede una salsa homogénea.
Paso 3: Al tener lista la salsa incorpora el queso rayado poco a poco hasta que observes que la mezcla se vuelve medianamente consistente y mezcla todo bien.
Paso 4: una vez que tengas tu relleno listo y tu tortilla parcialmente cocida de un solo lado, retiraras la tortilla de la plancha o comal y le colocaras una sola cucharada del relleno doblándola a la mitad y pegando borde con borde, de manera que te quede una media luna, es por eso que se cocina de un solo lado, para poder pegarla.
Paso 5: regresa la enchilada al comal y cocínala completamente por ambos lados hasta que dore; algunas personas acostumbran luego freírlas un poco en aceite bien caliente, sin embargo este paso es opcional.
Para servirla colócalas en un plato junto a los frijoles refritos con unas rodajas de aguacate y cebolla finamente picada por arriba y disfruta de esta deliciosa receta de enchiladas potosinas.
 
 
 
 

PLATILLOS POTOSINOS


En la Huasteca Potosina, la gastronomía es inigualable, entre algunas de sus delicias culinarias destacan: las acamayas, especie de langostino de agua dulce; los quesos de bola rellenos de crema; los bocoles; el gigantesco zacahuil, que es un tamal que puede pesar hasta 30 kilos, envuelto en hojas de plátano y relleno de pollo, pavo, y lomo de puerco; además de las tradicionales enchiladas huastecas acompañadas de cecina.




La entidad potosina es un lugar lleno de contrastes, caracterizado por las bellezas de sus paisajes, sus acogedores climas, la diversidad cultural y multiétnica, sus riquezas arqueológicas, artesanías y folklore, pero sobre todo de gente amable, de alma generosa y noble de corazón. ¿Qué esperas para vistarla?